lunes, enero 17

Vuelvo a ser yo

A pesar del verano me sumo en tinieblas, profundos abismos en los que transgredo mi alma.

Puedo detestar la espesura de estas sombras, mas me angustia hasta arrañar mis entrañas el buscar la luz. Resulta más sencillo el absolutismo de mis realidades y buscar el confort en mi pesar.

viernes, junio 5

Cansada de perder batallas,
estoy de rodillas
con las manos hundidas en el lodo,
mientras la lluvia golpea mis sienes
y el frío me congela lentamente.

A quién pido perdón por no querer seguir,
por no tener ganas de moverme y sentir.

Siento que ya he perdido demasiado,
Porque no he amado con fuerza,
por no he reido con ganas,
quizás... porque tampoco he llorado suficientes lágrimas.

He batallado sin realmente querer hacerlo,
estoy vacía pero estos huesos pesan,
tantas batallas para caer como siempre de rodillas
en el lodo y sin energías,
mientras la lluvia golpea mis sienes
y el frío me congela lentamente.

A quién pido perdón por no agradecer seguir de pie,
Por quererme llena de anestecia y no sentir esta vida.

Quiero hundirme más
y desaparecer por completo,
Quiero mi cuerpo frío
y el alma dura como piedra,
para no sentir la lluvia,
para no sentir más golpes.

martes, diciembre 5

Cuentan en el pueblo...

Cuentan en el pueblo que, ensimismada y triste, la mujer se acercó al risco. Mientras miraba abajo como el mar golpeaba a las rocas con desprecio, un ángel tocó su hombro:
“Déjate caer. Confía. No busques respuestas en sus ojos o en sus palabras, búscalas en sus acciones. Déjate caer. No te saldrán alas, pero ahí estará con su red para protegerte.”
Animada por dichas palabras, la mujer dio un paso hacia delante, donde sus pies sólo pisaban aire y cayó.
Cuentan que entonces, el ángel se sacó su traje, se vistió de hombre y se dirigió luego al camino que conducía fuera del pueblo. De ella sólo se supo días después, cuando el mar se despojó de su cuerpo y lo dejó tirado en la arena. Nadie en el pueblo asistió a su funeral. Su marido dejó flores sólo ese día y se marchó del lugar para nunca volver. Aún así, cada año que se cumple, una rosa blanca aparece junto a su lápida, anónima, sin mensajes.

viernes, diciembre 1

Mejor morir

Quisiera morir de risa. Morir de risa es mejor que morir de pena... al menos tu cara se cristaliza con una mejor mueca.

jueves, noviembre 23

Ángel

Ángel,
plegaste tus alas
y extendiste tus brazos,
dejando tu pecho descubierto,
desnudo,
desprotegido,
vulnerable.

Ángel,
me avalancé sobre ti
empuñando con fuerza
la afilada daga.
Desbocada,
enceguecida,
llena de ira .

...

Ángel,
mis manos yacen ya
cubiertas de sangre,
la daga cae.
Hilos carmesí
zurcen ahora la tierra,
costuras impenetrables
de vida hacia la muerte.

Ángel,
tu rostro pálido
y tus alas plegadas
no registran rastros de lucha.
Tus brazos siguen extendidos,
soy yo la que cae,
herida,
adolorida,
con el alma hecha trizas.

miércoles, noviembre 22

¿Puedo?

¿Puedo verte una vez más, antes de que pases caminando con la vista fija hacia una vida en la que no tengo cabida?
¿Puedo escucharte por última vez, antes de que tu eco se desvanezca y en mis horas sólo reste el silencio?
¿Puedo pronunciar tu nombre para que con los minutos el olvido no se lleve de mi memoria tu recuerdo?
No me dejes sola. La cama ya está fría y mi piel se eriza. En la almohada mi cabeza no tiene ya ni un minuto de sosiego, las sábanas se humedecen con el ir y venir de mis lágrimas, que caen una a una a medida que yo sólo pregunto al aire si tan sólo puedo.

Robando versos a Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ni ahora ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesdos como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
(No Te Salves)

sábado, noviembre 11

Luto

Hoy cuelgo cintas negras en mi pecho, algo en mí ha muerto y preparo su funeral.
Lloro y guardo las lágrimas en copas de vidrio opaco, las guardo para beberlas después, para que el dolor sea tan inmenso que mi mente haga todo lo posible por olvidarlo pronto. Mejor que duela rápida y súbitamente, para que sea corto.
Hoy llevo mi luto hacia dentro, para que nadie lo vea, para que nadie pregunte. Por eso sólo colgaré cintas negras en mi pecho, sonriendo mecánicamente, mientras preparo el funeral.