Lagartijas negras, por cenicientos senderos, quien las mira no es más que un cuervo. Aguzados ojos esperan ver más que al cielo bebiendo del mar y al mar pisando la tierra.
Lagartijas negras, quisieran ser rojas, marcas del alma en límpidos caminos; marcas de sangre, marcas del ser. Esperan expresar más que pálidas frases y quemar el aire con sus infinitos destellos.
miércoles, noviembre 1
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