¡Que no haya gente, que a nadie quiero ver! Sus ojos se clavan en mi cuerpo como agudas espinas y me hacen daño.
¡Que no venga gente, que no venga! No quiero que me den de latigasos con sus moralistas palabras y sus lecciones de vida.
¡Que se vaya la gente, que me dejen sola! Hacen que me duela la vida y me pese la existencia. Me apuntan con sus dedos como flechas de cazadores a su presa y hacen que caiga al suelo malherida en el alma, porque simplemente no soy y no puedo ser parte de ellos.
martes, abril 25
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1 comentario:
Mas de alguno se ha sentido asi, y creeme, no es una sensacion muy agradable.
No estamos solos, somos parte de todo, pero generalmente lo venimos a descubrir cuando ya es demasiado tarde.
Siempre hay excepciones Mamba.
Aparte: Continua escribiendo. Yo no soy un entendido, pero mi humilde opinion es que lo haces bien.
Saludos Parchesianos.
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