jueves, noviembre 24

Dulce y Travesura

Una noche de un último día de octubre me ofreciste dulce o travesura y yo, en un inusual estado de mi vida, pedí quedarme con los dos. Así, por cuatro años, he tenido para mí la dulce miel de tu boca y el dulce aroma que de tu piel emana, y los hago míos, los vedo al resto y egoístamente los conservo. He jugado y explorado tus campos, desconocidos así antes, para luego divertirme con una que otra de tus travesuras,y me dejo llevar como niña que por primera vez sale a correr sola. Fue una última noche de octubre hace cuatro años y aún no me canso de pedirte ambos, cuando me ofreces dulce o travesura.

miércoles, noviembre 16

Breve instante

El golpe, te arqueas, sin aire, vomitas, es sangre, tu sangre, te agachas, gimes, duele, caes, miras, está oscuro, lloras, te levantas, duele, caminas, vacío, suspiras: ya no hay nada que puedas hacer.

martes, noviembre 15

Y así te encuentras

Estas sentada en la caleta, observando el resto de los botes haciéndose a la mar. Algunos más intrépidos que otros, ya comienzan a perderse en el horizonte, tocando el cielo y el agua al mismo tiempo. Otros, entre el oleaje han sufrido algunos percances, pequeños y superables, se preparan nuevamente para el avance.
¿Y tú? Tú sentada, mirando tablas, intetando descifrar cómo unirlas para construir tu balsa. Estás atrasada y confundida, aunque ha ratos sonríes... eso de sentirte a la deriva sin siquiera tener los pies en el agua te resulta cómico. Tu bote se hunde sin haber sido aún construido.
No sabes cómo ni por dónde comenzar. Sientes miedo de errar y nunca alcanzar a los demás. Tuviste suerte, mucha, mas no te diste cuenta cuándo la perdiste. La cosa es que estás sola en esto, sola, sin ayuda y sin la más mínima idea de qué hacer.
La ironía hace que sonrías una vez más: quisieras ser un vegetal, un vegetal marino, un alga para poder estar ya dentro del mar; pero, claro, estarías abajo en lo profundo, más hundida de lo que ya estás. Y así te encuentras, quieriendo mojarte pero sin tocar el mar.

lunes, noviembre 14

Platónicamente

El placer suele ser poético en los ojos obsesionados de un enceguecido hombre. Atracción patológica, amor al polvo y a todo aquello que se desmorona. El deseo sólo se subyuga ante la imagen de quien se admira, de quien ha sido colocado en un pedestal y no se puede tocar... imagen divina de un ser terrenal

lunes, octubre 17

Me perdí

Me perdí. No puedo encontrarme. No sé adónde fui a parar. Algún camino seguí, pero no sé si me llevaba al lugar al que tenía que llegar. En realidad, nunca supe hacia dónbe debía ir... tampoco lo tengo claro ahora, sólo sé que me perdí.
Puede que me quedé aquí sentada, esperando reencontrarme, a ver si vuelvo al punto de partida... tampoco tengo ánimo de seguir, pues hace un buen rato que me perdí y no puedo volver a encontrarme.

miércoles, septiembre 21

Mente en audición

Mente en audición, actriz de espejos. El tiempo se hace agua en las manos de quien no responde ante calendarios, hace caso omiso a la existencia de la realidad inmediata y, que se desenvuelve en las tablas de su propio teatro, un escenario de obras constantes, que nunca dejarán de ganar ovación porque los personajes siempre actuarán como el público los quiere ver.

viernes, septiembre 16

oportunidades que matan

Quisiera saber por qué cuando sentada a orillas de la sal, con el cañon rozando tu sien, ella se acercó suavemente, tomó con cuidado el arma y te dio otra oportunidad. Por qué, sin sutileza alguna, apretó el gatillo y te disparó. Por qué luego de la tibia mano tendida, te dejo fría y botada, ahí tirada en la lejanía.

martes, septiembre 6

Mi esquina favorita

En la esquina de Marchant Pereira con Carlos Antúnez se alza una blanca y antigua casa. Asoma su segundo piso entre la vegetación del jardín; un jardín de los que quedan pocos, que se viste de perenne verde y luce distintos colores durante el año.
En esta época del año la esquina me abstrae, por segundos saca mi olfato del mundano olor santiaguino. Es el aroma de la madre selva -cuyas pequeñas hojas y flores abrazan las rejas que vigilan la casa- que me llevan al sur, a mi infancia, que me recuerdan mi padre.
Hace algunos meses que la casa figura en venta. Aún está habitada, personas mayores por lo que he visto, mas la nana. Los metros cuadrados, por un lado, me dejan tranquila: no logro imaginar un edificio de departamentos en esa esquina. Sin embargo, pinta para transformarse en oficina. Oficina. Seguro el jardín pasará a ser estacionamientos y ya no habrá más verde, ya no más madre selva. Perderé el aroma que me transporta a mi sureña infancia, que recuerda a mi padre... Perderé mi esquina favorita.

lunes, agosto 22

La loca de Villa Alemana

La vida cobra un irreprochable sentido para unos y distinto para otros. A veces, se trata de un sentido casi mágico que nos sume en un paraíso, el paraíso de “todo pasado fue mejor”, el cual puede agobiarnos o puede situarnos dentro de una vida ilusoria, como la ilusoria vida de un iluso personaje: el pasado es sueño, es sus ojos, pero no es su dolor... ella no lo reconoce, lo que es triste pero cierto. Ella alimenta su existencia de utopías; ella vive siente y ve frondosos árboles en invierno, ella ve lo que quiere ver y es por eso que todos la conocen como “la loca de Villa Alemana"

jueves, agosto 18

Un cuento

De niña solía sentarse junto al río y contemplar las aguas correntosas, mientras se escondía del sol bajo la sombra de un árbol. Se quedaba ahí por horas, con los ojos -redondos e ingenuos aún- bien abiertos, como devorando aquel espectáculo. Pensaba en la eterna rutina del ser río y en lo infinito de su historia, en silencio esperaba la concentración para descifrar lo que él tenía que decirle, pero todo intento era en vano. Creía que visitando la orilla todos los días ganaría su confianza y finalmente le contaría su historia, pero no. El tiempo le diría entonces, que el río no es el mismo todos los días, menos aún todos los segundos; cambia mas que el mundo en un año y por lo tanto, el río que visitaba cada día no era el de siempre, había uno nuevo en todos los momentos y todos esos nuevos se negaban a confiar en aquella pequeña observadora.

jueves, agosto 4

Hoy cito, no escribo

“Saber que no se escribe para el otro, saber que esas cosas que voy a escribir no me harán jamás amar por quien amo, saber que la escritura no compensa nada, no sublima nada, que es precisamente ahí donde no estás; tal es el comienzo de la escritura.”

Roland Barthes, Fragmentos de un Discurso Amoroso

miércoles, julio 27

Humanos Miniatura

Una pesadilla. Humanos miniatura. Están de vacaciones... ¡aparecen por todos lados! Qué las deidades nos amparen y alejen de sus vocecitas chillonas, gritonas y lloronas; de sus piernecitas corredoras y manos metiches ¡Cuánta energía tienen! Agotadores humanos miniatura.

viernes, julio 22

He perdido la cabeza

¿Dónde está mi cabeza? Estoy casi segura de que la dejé sobre el cuello, pero parece que éste la dejó luego apoyada en la almohada, de ahí no supe más de ella ¿Dónde habrá quedado?
Si alguien la ve, dígale por favor que la extraño, que echo de menos sus dolores y sus vagas ideas, sus fruncidas de ceño y sus estreses, sus sueños y reflexiones. Por favor, dígale que la quiero, la quiero sobre mi cuello, mis hombros la esperan para sostenerla incondicionalmente, porque yo sin ella soy nada.

jueves, julio 21

Sucedió un día

El día en que murió, nadie se dio cuenta. Salió de su casa como todos los días camino al trabajo, tomó la locomoción a la misma hora de siempre y llegó temprano a sentarse en su escritorio.
A la hora de colación se dirigió al lugar habitual, pero en el trayecto se detuvo. Se sentó en la escalera de un edificio y ahí se quedó, cabizbajo, mirando al suelo... Sólo estaba cansado.

miércoles, julio 20

Frío

Hace frío. Lo sé. Puedo sentirlo en mis manos, cubriendo mis dedos y bajando hasta mis pies, apoderándose de ellos. Pero no es eso, no, lo que me enmudese, es la bofetada que me diste la que congela mis sienes.